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Entrevista a la fotógrafa Caitlin Sabo

Publicada en Coolhunter Magazine, Barcelona, España

1.  ¿En qué consiste la serie de fotografías ‘Memorias’?

Son mis autorretratos íntimos, intensos, la poesía visual que nace desde las profundidades de mi alma. Exploran las dualidades de mi vida: la luz y la sombra; los momentos en los cuales no es posible distinguir entre el amor y el dolor; los ojos cerrados que ven todo mientras la boca abierta no habla jamás; cuando me siento vulnerable y no sé cómo defenderme; las máscaras que me pongo para protegerme, la agonía de arrancármelas una por una; lo que soy capaz de ver, así como lo que no estoy preparada para enfrentar, pero, sin embargo, se ve en mis imágenes. Mis fotografías surgen de un mundo onírico, donde la distinción entre el sueño y la realidad es, a menudo, vaga y superpuesta; el tiempo fluye sin necesidad de congelar un momento preciso.

2.  ¿Cómo nació este trabajo?

Durante mucho tiempo he utilizado mi propio cuerpo como una forma de expresión artística, para sacar lo que tengo dentro de mi alma; es una necesidad, como respirar.

Trabajo sola, desnuda de cuerpo y alma, muchas veces de noche, pero no siempre.

“Memorias” no fue un trabajo planeado como tal, más bien nació cuando una amiga me comenzó a contar los recuerdos de su infancia, sus memorias tan dolorosas y parecidas a las mías. En pocas palabras, comencé a tener regresiones a mi propia infancia, sin buscarlas, sin poder controlarlas y sin saber qué hacer con ellas. Entonces, recurrí a mi amiga fiel, mi cámara, y trabajé con mi propio cuerpo; era mi salvación.

3.  ¿Cuánto tiempo estuvo trabajando?

Trabajé en esta serie por lo menos tres años. Para mí, es esencial el proceso, trabajar diario, sin importar los resultados. Sólo sabía que muchas veces tenía que hacer estos autorretratos para poder salir de la cama en la mañana.

4.  ¿Se equivocó muchas veces?

Por supuesto, y no me preocupa nada. No tengo miedo de equivocarme, es parte de la vida. Equivocarme significa que estoy trabajando, que estoy creando; esto es muy positivo.

5.  ¿La inspiración es un hada madrina que llega y resuelve todo o hay que ayudarla de alguna manera para que salga?

Nunca he pensado precisamente en la palabra inspiración. El proceso creativo es el trabajo cotidiano, la entrega total al universo, al proceso, al arte. Es ser abierta, receptiva, no juzgar jamás y ser fiel a mí misma.

Esto no quiere decir que trabajo en el vacío. Muchas veces cuando hago mis autorretratos escucho música, blues y jazz principalmente. Una vez experimenté con mi cuerpo para saber que sentía al escuchar el poema “The Howl” de Allen Ginsberg durante todos los días por una semana, me conmovió mucho. Soy una apasionada admiradora de Pasolini, (que era amigo de Ginsberg), Anaïs Nin, Patti Smith, Gordon Matta-Clark, Jean-Michele Basquiat, Joseph Cornell, Remedios Varo, Nahui Ollin, Frida Kahlo y también de las películas buenas que me transportan a otro mundo, lejos de mi realidad. Hay momentos cuando me sirve nutrir mi corazón y alma con un día entero en el museo. Hace poco trajeron Twombly a México: fui dos veces, salí renovada por su visión, y así, regresé a mi labor cotidiana, otra vez con los ojos llenos de amor. Pasó lo mismo con Calder.

6.  Nos llama la atención la calidad de la impresión de sus fotografías. ¿Podría contarnos cómo están hechas e impresas?

Yo imprimo toda mi obra, así tengo control total sobre la calidad, que es algo básico para mí.

Soy una fotógrafa nacida y formada en la magia del cuarto oscuro, del blanco y negro, donde yo imprimía todo; era una “master printer”. Entonces, apliqué este mismo concepto al mundo digital.

Soy aventada: compré mi plotter, un libro sobre impresiones digitales de arte e investigué sobre papel digital de calidad. Sin lugar a dudas, me equivoqué mucho, pero se ve la calidad en los resultados finales. Tardé como un año en aprender a ser una “master printer” digital, hoy en día estoy satisfecha con los resultados.

El papel es, para mí, un elemento de suma importancia en la impresión. A final de cuentas no quedaba satisfecha con los papeles digitales disponibles en México; por lo tanto, importé un papel alemán que tiene una textura como papel de acuarela. Es muy similar a lo que usaba en mi cuarto oscuro; así obtuve el tipo de impresión que buscaba.

Mi obra también tiene mucha influencia de mi tiempo en el cuarto oscuro, en el sentido de los virados (tonos) y el “mordençage”, un proceso en el cual se mueve la emulsión del papel fotográfico después de la impresión.

7.  Sabemos que antes de ser fotógrafa se dedicaba al periodismo, ¿cuándo y por qué se cambió al mundo de la fotografía?

Sí, fui reportera, me recibí de la University of Texas, Austin con el título de Bachelor of Journalism y trabajé escribiendo para periódicos en Texas, México y Venezuela. Me sirvió mucho en la vida, es una labor de entrega total; fui feliz y apasionada, como lo soy hoy con la fotografía.

Después me dediqué un tiempo a las traducciones aquí en México, que sí me gustaron, pero llegó el momento en el cual necesitaba un cambio; ya había participado en talleres de cine y había estudiado la historia del cine y del arte. Me inscribí en La Escuela Activa de Fotografía al inicio de los años 90, ya que buscaba una forma de expresarme sin palabras. Aunque había usado la cámara antes en forma ocasional como periodista, el concepto no era como un modo de expresión artística. Con la cámara descubrí mi verdadera vocación en la vida. De inmediato, comencé a trabajar en el blanco y negro, con el movimiento y los desnudos, que hoy en día continúan siendo elementos muy importantes en mi obra.

8.  ¿Por qué eligió la fotografía? ¿Qué significa para usted esta disciplina?

Creo que más bien la fotografía me eligió a mí… le dije que sí y le entregué mi corazón. Es mi pasión, vocación y razón de ser en esta vida. Me siento más viva con mi cámara en las manos, veo más, siento más. Es un regalo enorme que el universo me ha dado, y, por lo tanto, es una responsabilidad que tomo muy en serio, utilizar siempre este don para el bien.

Por otra parte, para mí, no hay una sola interpretación de mis obras; cada quien puede tomar lo que necesita ver, lo que requiere recibir en este momento y esto me gusta.

Caitlin Roberta Sabo